2 Y
la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la
faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las
aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
7 E
hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la
expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así.
8 Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.
10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.
11 Después
dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla;
árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él,
sobre la tierra. Y fue así.
12 Produjo,
pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su
naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su
género. Y vio Dios que era bueno.
13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
14 Dijo
luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar
el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y
años,
15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
16 E
hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que
señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche;
hizo también las estrellas.
17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
21 Y
creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se
mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según
su especie. Y vio Dios que era bueno.
22 Y
Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las
aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
24 Luego
dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y
serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
25 E
hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su
género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y
vio Dios que era bueno.
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las
aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal
que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios,
y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla,
y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas
las bestias que se mueven sobre la tierra.
29 Y
dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está
sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os
serán para comer.
30 Y
a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo
lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde
les será para comer. Y fue así.
31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
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